El hombre y la mujer saben de nacimiento que en el mal se encuentra la voluptuosidad decía Baudelaire para que el infierno era quizás una manera de entender el cielo y se arrojó de cabeza a arrebatar sus secretos a los demonios de la noche. Asombrado ante esas revolución poética, Víctor Hugo expreso así su admiración a Baudelaire habéis dotado al cielo y al infierno de un extraño relámpago macabro habéis creado un nuevo escalofrió. Con las flores del mal 1857 nació un nuevo mundo poético Baudelaire que fue quien acuño el mundo modernite y quien lo doto de sentido acertó a describir en sus páginas la experiencia humana en el universo de las metrópolis urbanas e intuir tras ella la misma verdadera vida ausente de todas las épocas. En sus poemas explora la belleza en lo no bello poblándolos de nuevos motivos, sujetos y objetos de la vida cotidiana, como atasco urbanos, prostitutas o pipas de fumar. Para captar y expresar esa experiencia fluctuante y efímera de la vida urbana, donde el spleen y el ideal, lo elevado y lo grosero, se sucede, el poeta supero el terrero expresivo acotado de la metáfora para entrar en el terreno ilimitado del símbolo.