Los fantasmas no se repiten, a pesar de que su repertorio sea limitado. Aquí hemos preferido recorrer un tipo muy especial de fantasmas, evocados desde las máscaras más agitadas e impenetrables de su tiempo. Quién mejor que la mujer del siglo XIX y comienzos del XX para narrarnos algunas historias escalofriantes sobre seres traslúcidos, invisibles, inaudibles, impalpables, vaporosos, cuyos deseos, perfectamente legítimos, chocan una y otra vez contra una imposibilidad insalvable.