Cyril es la única ardilla que vive en el parque. Se siente aburrido y triste, hasta que un día aparece Renata. Cyril está entusiasmado con su nueva amiga: juegan juntos, hacen travesuras, gastan bromas a las palomas y se protegen mutuamente cuando el perro Slim los persigue. Sin embargo, parece que al resto de los animales no les parece bien esta amistad
Y es que Cyril no se había dado cuenta, pero Renata es una rata. Y las ratas no le gustan a nadie.
Con su habitual mezcla de sentido del humor y emotividad, Emily Gravett nos presenta una nueva historia que habla de tolerancia y aceptación de la diversidad. A través de la actitud de Cyril, que no ve por qué una ardilla y una rata no pueden ser amigas, los más pequeños recibirán un mensaje a favor de la diversidad cultural y contra la xenofobia.
A Emily Gravett le gusta buscar y dibujar los animales que utiliza en sus libros, pero a pesar de haber conocido a un lagarto de 1,5 metros y de haber hablado con muchísimas princesas ¡nunca ha encontrado ni a un solo dragón!