El color de los peces azules es la historia de amor de Ari y Myriam, o puede leerse también como la historia de un error, tal vez necesario, que comete la protagonista, Ari, una mujer desconcertada que busca, sin encontrarlo, su lugar en el mundo.
Esta novela se enmarca en el periodo de la Transición, cuando, muerto Franco, España está saliendo de la dictadura y aún no ha entrado la democracia. Los personajes que en ella aparecen son reflejo de las inquietudes y contradicciones que le tocó vivir a una juventud que había desafiado al franquismo y que todavía luchaba, de distintas maneras, contra sus secuelas.
La autora compone, con gran maestría e inteligencia, un retrato histórico en el que los movimientos feministas y artísticos del momento tienen un gran protagonismo. En el trasfondo de la novela subyacen un par de cuestiones. La primera, sobre si las opciones que en general se apartan del modelo vigente de sexualidad deben resignarse a reproducir la heteronormatividad. La segunda, sobre si nos construimos a nosotras mismas o si, por el contrario, somos construidas a partir de sucesos, tanto personales como sociales y políticos.
«Josa Fructuoso escribe muy bien. Los diálogos, las reflexiones, están cargadas de sensatez, de esa sensatez y sentido común que da la vida, que suponemos larga y llena de experiencia
literatura honesta, madura y elegante.»