Una historia que trata temas como la identidad, la diversidad y la inclusión.
Ryo sabe que es transgénero, pero no tiene a nadie en quien confiar sobre la confusión que siente. No puede decírselo a su mejor amiga, de quien está enamorado en secreto, y no puede decírselo a su madre, que constantemente pregunta por qué Ryo "se viste como un chico". Desde luego, tampoco puede decírselo a Jin, el nuevo estudiante transferido a su instituto que parece otro matón...