El pensamiento filosófico y la creación literaria han tenido una estrecha convivencia a lo largo de la historia de las civilizaciones. Esta hermandad se ha convertido en una simbiosis que es difícil de disociar. A pesar de que el propio Camus declaro: "Yo no soy un filosofo; no creo suficientemente en la razón como para creer en un sistema", en el conjunto de si obra encontramos teorías y conceptos desarrollados con tal profundidad que reconocemos en el a un filosofo que divulga su pensamiento a través de diversos géneros literarios. Camus no fue un filosofo en el sentido académico , ante todo es un artista, un pensador que concibe a través de la palabra escrita y de las imágenes que de ellas se desprenden " en una buena novela, toda la filosofía esta en las imágenes". La misión del arte, para Camus, es expresar lo que nadie dice. La literatura es una forma lucida de transgresión . El artista libre se arriesga porque su labor creadora exige una voluntad férrea en la búsqueda de la verdad que le obliga a rechazar los valores corruptos de lo establecido para implantar una nueva realidad donde toda forma de opresión desaparezca. A partir de esta plataforma Albert Camus asumió la rebelión personal ante lo absurdo de la existencia. Su compromiso se sustenta en dos premisas fundamentales: independencia y honestidad. Las obras reunidas en este volumen representan la cúspide de su arte y su pensamiento filosófico.